Establece metas claras y específicas: Define objetivos concretos y alcanzables para cada tarea que debas realizar.
Elimina distracciones: Identifica y elimina las distracciones de tu entorno de trabajo para mantener tu enfoque.
Practica el autocontrol: Aprende a resistir la tentación de posponer tus tareas. Reconoce cuando estás procrastinando y redirige tu atención hacia lo que realmente necesitas hacer.
Crea una rutina: Establece una rutina diaria que incluya tiempo dedicado específicamente al trabajo y al descanso.
Busca apoyo: Comparte tus metas con amigos o familiares que puedan ofrecerte apoyo y rendición de cuentas